El abuelo tiene mucho tiempo libre y, para no quedarse en casa con una abuela mayor, fue al trabajo con su amada nieta, con quien siempre es un placer hablar. Una esbelta nieta con una sonrisa en el rostro se encuentra con su abuelo, que es tan vulgar que le toca el culo y la besa. La nieta comprende que su abuelo sigue en pie y para no abuelas culonas calientes perderlo se entregó a él justo en el trabajo sobre la mesa.
Abuelas calientes
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