Al ver la gran polla de su hermano, la joven rubia se sorprendió. Le parecía que un elevador tan poderoso ni siquiera cabría en su gorra. Pero el hermano lujurioso le demostró lo contrario. Después de que la abuelas muy calientes media hermana trabajara activamente con su boca, el pene del chico se hizo aún más grande. Sin embargo, él calzaba perfectamente en su gorra rapada, como si hubiera sido creado especialmente para ella.
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